¿Alguna vez has dudado de ti?¿De tu valor, de tus capacidad y habilidades, o de tus conocimientos? ¡Nosotros sí! Y es muy común, sobre todo, en emprendedores.
Cuando una persona padece el Síndrome del Impostor suele dudar de sus habilidades, sentirse no merecedor/a de su éxito, compararse con los demás y tener miedo al fracaso. Aunque esta lista pude ser mucho más larga.
¿Soy realmente bueno/a en esto?
Si te sientes o te has sentido así alguna vez, tranquilo/a ¡no estás solo! y puedes ponerle solución. Por aquí te dejamos algunos consejos para que superes el Síndrome del Impostor y disfrutes más de tu emprendimiento:
- Tomate un momento para observar y reflexionar sobre tus pensamientos, en lugar de solo experimentarlos.
- Separa tus sentimientos de los hechos reales. Haz una lista de los pensamientos negativos que tienes, y comprueba si son reales de forma objetiva.
- Evita las comparaciones. Al compararnos con los demás se tiende a magnificar los puntos débiles de uno mismo, potenciando así inseguridades. Tu negocio, tu ritmo y tus tiempos. Y si quieres compararte, compárate con tu yo del pasado: ¿hasta dónde has llegado?¿qué has conseguido?¿cómo has avanzado?
- Reduce el perfeccionismo. Nadie es perfecto, así que disminuye tu nivel de autoexigencia. Tómatelo con más calma, y cuando haya algún error, no te machaques, es parte del proceso y de la evolución tuya como profesional.
- Celebra cada éxito. Al igual que te recomendamos que analices cada error para poder mejorar, también te recomendamos que celebres cada victoria, ¡porque te lo mereces!
Y tú, ¿alguna vez te has sentido así?¿Añadirías algún consejo más a la lista que te haya funcionado?
Solo queremos que recuerdes que no estás solo/a, y puedes pedir ayuda en cualquier momento.